En mi caso vino Tomás. Un profesional intachable que hizo su trabajo con máxima rigurosidad y aportando soluciones prácticas a los problemas que surgen sobre la marcha. Sacó los enchufes de la pared sin problemas y midió con eficiencia todas las placas decorativas. Además, se ofreció para echarnos una mano con los taladros para los cuadros y demás.
Una gran experiencia, y un precio muy justo (Leroy Merlin me pedía 600 euros, mientras que Toolman 200) y espero poder volver a contar con Toolman (y con Tomás) para futuros proyectos.