Ebarest Ebanisteria

Contactamos con ebarest para hacer una pequeña reforma: alisar paredes y pintar, acuchillar y barnizar parquet, y lacar puertas y armarios, cambiar el rodapie y hacer el remate de los armarios en blanco.

Le contratamos a él para que llevase la obra porque nosotros vivíamos lejos y con el trabajo no teníamos tiempo de encargarnos de supervisar todo . La experiencia no fue buena. La comunicación fue bastante mala en general (prácticamente teníamos que llamarle varias veces o ir directamente a la casa para tener alguna noticia sobre como iban las cosas) y hubo bastantes roces. Al final, la obra se completó con más de un mes de retraso.

- Cuando encargamos la obra, una de las cosas a hacer era poner espejos en las dos puertas de un armario empotrado. En el presupuesto que nos enviaron, venía declarado como "espejos puertas". Aún así, nos encontramos con que habían puesto un sólo espejo y que la otra puerta la habían lacado por completo. Cuando reclamamos, nos dijeron que no, que sólo habíamos pedido un espejo y que si el presupuesto lo ponía era por error. Nosotros habíamos especificado claramente que queríamos dos, y el hecho de que una de las puertas se lacara por completo había sido un error suyo, que se intentó hacer pasar por nuestro. Al final, tras una discusión, conseguimos que nos pusieran los dos espejos por el precio acordado.

- Como las paredes no eran 100% rectas (se habían alisado como parte de la obra), al colocar el rodapié quedaba separado de la pared en muchas zonas. A veces más de medio centímetro. Al pedir que sellara esa separación, nos dijo que la silicona no estaba incluída y nos cobró a parte esos 30€. Apenas supuso ninguna diferencia en el precio final, pero sin eso su trabajo habría quedado a medio hacer, así que no entendemos como podía no estar incluído en el precio de la instalación del rodapié.

- Le pedimos cambiar las manillas de las puertas. Y cuando las encontramos cambiadas nos dimos cuenta que nuestras puertas tenían agujeros para las cancelas que quedaban a la vista en cada una de las puertas. Las antiguas manillas eran más grandes, así que los agujeros no estaban a la vista, pero al cambiar las manillas quedaban al aire con un agujero de un par de centímetros de diametro perfectamente a la vista. Nadie nos avisó de este detalle hasta que las puertas estuvieron ya lacadas e instaladas en casa y lo vimos nosotros mismos. Tras quejarnos conseguimos que, casi mes y medio después, nos taparan los agujeros.

- El parquet quedó lamentable. Quedó pobre de barniz, con trozos sin barnizar, con marcas de haber puesto máquinas encima, cualquier cosa que se caía lo marcaba, se les cayó masilla para las juntas dejándonos manchas marrones debajo del barniz en varios sitios del salón (que quedarán para siempre), etc. Sospechamos que la causa era que la obra se realizó en agosto, y todo el mundo se iba de vacaciones justo al terminar... empezaron el parquet con tres o cuatro días de retraso sobre el calendario previsto, así se hizo el trabajo deprisa y sin cuidado. Tras otra discusión y tras un incentivo, conseguimos que nos volviesen a barnizar con un barniz de otra calidad. Y vaya diferencia, lo que nos hace pensar que lo que echaron al principio no era el barniz de poliuretano acordado.

- Ebarest fue haciendo el trabajo de carpinteria, cortando maderas con su máquina cambiadola de habitación en habitación y dejando las paredes recién pintadas de blanco llenas de polvo marrón, que por supuesto tuvimos que limpiar nosotros antes de que volviesen a repasar defectos.

- Nos presupuestó unas puertas de armario por 80€ y simplemente nos puso dos tableros de DM con bisagras. Al quejarnos nos regaló los tiradores.

El trato en general fue muy malo. Y aunque podríamos decir que finalmente quedó todo más o menos bien (sobretodo por los buenos pintores que vinieron a pintar), fue muy desagradable tener que discutirle cada cosa que iba quedando mal, sobre todo por la actitud chulesca con que se respondia. Desde luego no volveremos a repetir por muy buen ebanista que sea, para encargarle algo a alguien tienes que confiar en esa persona y su buen trato con la gente, que es tan importante o más como su buen hacer.