Armarios Vellisa

Estimado Raúl:

La primera conversación telefónica fue el 02-01-14 a las 11,45 horas, con motivo de presentar nuestra empresa.

El 08-01-14 a las 17,30 horas, según la cita concertada, llegamos a su domicilio para medir y recomendar lo más conveniente para su beneficio.

El 13-01-14 recibimos su email comunicando que en lugar de ir a recoger el presupuesto y revisar las calidades, prefería que lo enviásemos por email. Enviamos el presupuesto de los complementos (cajones, entrepaños) y quedamos a la espera.

En su opinión como usuario (no llegó a ser cliente de Vellisa) defiende a las empresas y a los vendedores. Y para hacer esa defensa confunde la recomendación de valorar comparando los pros y los contras, con despreciar a los contras. Confunde la recomendación de desconfiar de argumentos y confiar solo en demostraciones, con ataque a la competencia. Y exagera añadiendo palabras nunca dichas por nosotros, esas de que todos le van a timar.

Tenga en cuenta que, nosotros, ni nadie, debemos callarnos las deficiencias de los productos que pueden ser causa de averías o incidencias al cabo de los años. Eso si, con la verdad por delante. Y respetando los derechos de la competencia. Por eso, ni antes, ni ahora, ni nunca, mencionamos, ni mencionaremos sus nombres, ni sus marcas. Nos referimos a todos en general y a ninguno en concreto. Eso es publicidad comparativa; legal, correcta y agradecida por el consumidor.

Vellisa es una empresa nacida para ser honesta. No solo por omisión, también por acción. Informando y demostrando al consumidor los pros y los contras de los productos, para ayudarles a escoger con conocimiento completo de la realidad.

Después de la opinión de Raúl, a día de hoy 24-04-14 ya tenemos otros cinco excelentes comentarios de clientes de Vellisa, que sumados a los anteriores, hacen un total de cuarenta y cuatro. Y lo conseguimos, gracias a que no permitimos que un cliente se quede descontento o insatisfecho.

Estimada Vanessa:

Su opinión es según la conversación telefónica con motivo de presentar nuestra empresa.

Usted buscaba precio, como dice en su opinión. Por eso, no quiso ni que fuéramos a su domicilio gratuitamente a medir el espacio, conocer sus preferencias y recomendar lo más conveniente para su beneficio.

Usted, pretendía vender el piso en unos dos o tres años y por eso, solo quería unas puertas de armario al menor precio. Al estar nuestro precio relacionado con la calidad, insistimos en mantener nuestra oferta sin reducir nada de la calidad en cuanto a duración a muy largo plazo, sin averías, ni incidencias. No la interesó nuestra propuesta. Usted justificó sus motivos; vendería el piso (incluido el armario) en unos dos o tres años.

En su opinión usted defiende a las empresas y a los vendedores. Y para hacer esa defensa confunde la recomendación de valorar comparando los pros y los contras, con despreciar a los contras.

Tenga en cuenta que, nosotros, ni nadie, debemos callarnos las deficiencias de los productos que pueden ser causa de averías o incidencias al cabo de los años. Eso si, con la verdad por delante y respetando los derechos de la competencia. Por eso, ni antes, ni ahora, ni nunca, mencionamos, ni mencionaremos sus nombres, ni sus marcas. Nos referimos a todos en general y a ninguno en concreto. Eso es publicidad comparativa; legal, correcta y agradecida por el consumidor.

Vellisa es una empresa nacida para ser honesta. No solo por omisión, también por acción. Informando y demostrando al consumidor los pros y los contras de los productos, para ayudarles a escoger con conocimiento completo de la realidad.

Después de la opinión de Vanessa, a día de hoy 24-04-14 ya tenemos otros cinco excelentes comentarios de clientes de Vellisa, que sumados a las anteriores, hacen un total de cuarenta y cuatro. Y lo conseguimos, gracias a que no permitimos que un cliente se quede descontento o insatisfecho.

No es cliente de Vellisa. Es usuaria de Habitissimo.

No nos conoce, más que de la publicidad y la primera y única conversación telefónica.

No se sabe si es su nombre verdadero. Dice llamarse Carmen.

¿Toda esa critica destructiva de Carmen por descubrirla su error y decirla una recomendación en contra de su idea?

En su opinión dice; “este señor tiene mucha labia pero es siempre muy agresivo”

¿Agresivo en una conversación telefónica? ¿Cuánto tardaría usted en colgar el teléfono ante una persona que molesta hablando con tono agresivo? Según Carmen, habló con ese señor media hora.

Dice que hablamos mal de los demás. ¿Qué prefiere Carmen? ¿Prefiere un acuerdo entre vendedores de; yo me callo lo tuyo y tu te callas lo mío. Y así, entre unos y otros, ocultar lo que perjudica a los consumidores?

Nosotros, ni nadie, debemos ocultar las deficiencias de los productos o servicios que pueden ser causa de averías al cabo de los años. Eso sí, con la verdad por delante, demostrando lo que se ofrece. Y respetando los derechos de la competencia; no mencionando sus nombres, ni sus marcas. Eso es publicidad comparativa; legal, correcta y agradecida por el consumidor.

Todos debemos ayudar a escoger con conocimiento completo de la realidad, demostrando los pros y los contras de las calidades.

Es tanta su predisposición a la injuria que hasta pretende desprestigiar a Habitissimo, haciendo sospechar que permiten que las empresas escriban opiniones a su favor haciéndose pasar por clientes y así, engañar a los usuarios.

En su demanda publicada en Habitissimo, entre las opciones de; el mejor precio, relación calidad precio y la mejor calidad, escogió la opción de la mejor calidad. Y precisamente por haber escogido esa opción, decidimos participar. Su demanda publicada en Habitissimo fue la siguiente:

Carpintero adaptar puertas armarios (no podemos reproducir el nombre del centro de bricolaje) xxxxxx

Busco carpintero para adaptar/cortar/montar puertas xxxxxx para armario de 201, porque 2 de los armarios van en pared con viga pero las puertas que quiero solo vienen en 236. Quiza tambien adaptar la bisagra inferior porque quedara fuera al cortar puertas. Serian 4 puertas de 50cm ancho despues de que los de xxxxxx hayan montado todo salvo esas 4 puertas.

Querria tambien presupuesto aparte para montar los 4 armarios de esa hab, 2 de 236 y 2 de 201, incluyendo adaptar las 4 puertas a 201. Todos son de 1 mt de ancho, cada uno con 2 puertas abatibles de 50cm, sin cajoneras ni baldas, solo 2 barras de colgar en cada armario.

Comprendemos que a usted (si es profano en la materia) le cueste entender lo que dice. Nosotros se lo traducimos:

Pretendía comprar en un centro de bricolaje (nosotros no podemos decir nombres, ni marcas) cuatro armarios, cada uno de un metro de ancho con dos puertas abatibles de 236 de altura. Y pretendía instalar los 4 armarios en una misma habitación. En uno de los lados donde irían dos de los armarios, hay una viga a unos 201 cm de altura. Y por eso, proponía que un carpintero cortase las puertas a 201 cm. Y solicitaba aparte, presupuesto para instar esos armarios.

¿4 armarios en una misma habitación?

Si hubiese comprendido que lo más conveniente es que un profesional vea el espacio y con la ayuda de sus recomendaciones la presupueste (según sus preferencias) lo más conveniente para su beneficio, posiblemente nuestra recomendación sería hacer 2 armarios de dos metros cada uno ajustados al espacio. Y mejor con dos puertas correderas por costar menos dinero y ser más cómodos para abrir y cerrar.

La conversación telefónica (resumida) fue la siguiente:

07-01-15 a las 13,05 horas: La presenté la empresa y preguntó si los cantos de las puertas eran como las puertas de cocina. La expliqué que son diferentes por ser con recercado, no canteado. Insistió en ver los cantos de las puertas. Más preocupada por eso que por precio o por el resto de calidad. Después de más de veinte minutos de explicación por teléfono, al final en lugar de comprender que es imprescindible conocer el espacio, en especial como afectaría la viga al armario, con el fin de recomendar lo más conveniente y hacer el presupuesto, insistía en que enviara fotografía de canto de puerta. La volví a explicar que no lleva canto, por ser con recercado. Y propuso ir a ver los cantos de las puertas en la carpintería. Y al decirla que no podíamos hacer un presupuesto sin conocer como afectaría esa viga al armario y sin saber si puede hacerse con dos puertas correderas (cada armario de dos metros) en lugar de con tres, dependiendo de si hay espacio para que pasen las puertas por la escalera y las zonas de paso, cortó la conversación dando a entender que prefería seguir con su idea inicial de comprar los armarios en xxxxxx y contratar a un carpintero para que cortara las puertas. Y sin más, nos despedimos cortésmente por ambas partes.

Cada uno regala lo que tiene en el corazón. Nosotros la regalamos nuestro perdón y la deseamos que sea muy feliz.

Comprendemos la frustración de Itziar por quedarse sin conocer nuestra oferta.

El viernes 05-12-14 a las 19,53 horas, después del saludo y la presentación de la empresa, al intentar explicarla que el primer paso es ir a medir gratuitamente, me cortó diciendo que sabe lo que quiere y mañana sábado ya la visitan 3 profesionales para medir el espacio. Parecía que no quería concertar cita por cortarme al explicarla de ir a medir. Y después, quería imponer cita el sábado para atender a todos el mismo día. Y al responderla que el sábado no hacíamos visitas a domicilio, propuso el lunes. Y al decirla que tendría que consultarlo por ser un día que se ocupa otra persona de organizar, interrumpió la conversación (sin permitir proponer otros días) dando a entender que no la interesaba. Y nos despedimos cortésmente por ambas partes.

Posteriormente al leer la opinión que escribió sobre otra empresa, descubrí que su prioridad era que se instalara el armario durante sus vacaciones. Tanta urgencia tenía que, hasta rechazó a esa otra empresa por no poder hacerlo a tiempo.

Estimada Ana Albiol:

Recuerde que por estar usted en Toledo enviamos el presupuesto por email el 02-10-14 y el mismo día recibimos su email con la siguiente respuesta:

Muchas gracias

Lo valoraremos como opcion pero por el momento se pasa de nuestro presupuesto inicial.

Disculpe las molestias saludos

Ser simpático con algunas personas es fácil, su predisposición a agradar a todos facilita corresponder con lo mismo. Lo difícil es ser simpático con esas personas que parecen enfadadas con el mundo. Así todo, no soy antipático ni con esas personas desagradables, procuro agradar o por lo menos evitar discutir, hasta cuando me lanzan desprecios. Y procuro ganar amistades manteniendo la prioridad de excelencia profesional. Es decir; intento evitar hasta los errores de los clientes. Soy tan responsable que, hasta sus errores los considero míos. Y por eso, si tengo que llevar la contraria para que se den cuenta de su error, (aunque parezca antipático) priorizo llevar la contraria con el fin de ayudar a reconocer y rectificar. Eso sí, con amabilidad, buenos modales y respetando ante todo su decisión. Yo solo propongo, el cliente escoge y decide.

Hay que diferenciar entre honestidad y amistad. Lo primero es un respeto por lo dicho y lo acordado con el fin de cumplirlo, ante todo. Y lo segundo, es hablar de otras cosas no profesionales. Aunque parezca imposible, hay quien confía más en un amigo al que le supone honestidad que, en un profesional con demostrada honestidad. Hay quien se fía más de las apariencias y de lo que parece más creíble que, de lo que la realidad demuestra. No voy a dar una lección sobre realidades y apariencias, solo quiero dejar constancia que, el yo creo, yo pienso, yo supongo, solo es un camino hacia la realidad, no el final del camino. La realidad es lo que haciendo la misma comprobación una y mil veces, da el mismo resultado.

Nuestra forma de ser, está marcada por nuestra norma de honestidad activa, no solo pasiva. Nosotros añadimos el ayudar a evitar errores; explicando, recomendando y demostrando, aunque eso conlleve el llevar la contraria con el fin de hacer tomar consciencia, reconocer y rectificar.

Priorizamos el beneficio del cliente, aunque para eso, en algún asunto, tengamos que sacrificar simpatía por eficacia, llevando la contraria para ayudar a reconocer y rectificar. Y precisamente eso, que otros no saben o no quieren hacer, al final, es lo que más nos agradecen los clientes.